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La actitud zen y el arte de entretener − 8 consejos para ser un anfitrión relajado.

Una de las formas más agradables de demostrarle a alguien que le aprecias es invitarle a comer a tu casa. A continuación, te mostramos los 8 mejores consejos para garantizar que tanto tú como tus invitados pasáis una velada sin estrés.

1. Deja que fluya

Una velada agradable requiere un anfitrión relajado. Cuando estés preparándolo todo antes de que lleguen tus invitados, debes considerarlo como una parte más de la velada: pon tu música preferida y tómate una copa de buen vino. No se sentirán bienvenidos si abres la puerta estresado. Cuando acabéis de comer, sentaos y disfrutad de un digestivo. No empecéis enseguida a recoger los platos ni los persigas con la aspiradora de mano.

2. Pregunta a tus invitados si hay algo que no coman  

Es posible que sean alérgicos a los frutos secos, que tengan intolerancia a la fructosa o que no coman carne. ¿Cómo, si no, sabrás lo que puedes servir sin poner su vida en peligro o sin causar esa posición incómoda en la que se ven obligados a diseccionar la comida en busca de ingredientes que puedan sentarles mal? Siempre es mejor preguntar con antelación si hay algo que no coman para poder ofrecer alternativas.

3. No te fuerces demasiado

No olvides que la mayoría de invitados prefieren hablar con sus anfitriones antes que comer una comida gourmet de 8 platos. No te compliques y realiza platos sencillos con ingredientes de gran calidad.    

4. No seas demasiado exigente contigo mismo

La mayoría de anfitriones parecen estar programados para empezar a disculparse en cuanto llegan los invitados. El puré de mango está demasiado líquido, el pescado tiene espinas, o debería hacer más calor en la terraza para tomar el aperitivo. Tendemos a criticar nuestro comportamiento para asegurarnos de que los invitados están contentos, pero es algo molesto. Nunca se habrían dado cuenta de todas esas cosas si no las hubieras mencionado.

5. Llegarán tarde, estate preparado

Es inevitable que los invitados se retrasen: espera 45 minutos antes de empezar a servir la comida. Mientras tanto, haz que aquellos que han llegado a tiempo se sientan a gusto con unos deliciosos canapés como un brioche tostado con queso de cabra o unos pralinés salados con tartar de pimiento.

6. Deja que tus invitados se relajen

Puede parecer impresionante invitar a un gran chef a casa y pedirle que te ayude a preparar la cena. Pero a mucha gente le parece estresante: después de diez horas trabajando en la oficina, no les apetece enrollar sushi o deshuesar un pollo. Es mucho mejor dejar que se relajen con una copa de vino y que admiren cómo haces magia en la cocina.

7. Sirve alimentos de temporada

Todos queremos parecer generosos, pero no importes fresas de la otra punta del mundo. Los productos de temporada están al día. Los alimentos de temporada son frescos y deberían ser tu primera opción. Además, un gazpacho de melón sabe mucho mejor en verano que bajo cero.

8. Escoge las bebidas adecuadas

Las bebidas son tan importantes como la comida. Deja que la velada empiece estupendamente con un buen aperitivo. A aquellos que os gustan las cosas originales, ¿qué os parece un combinado Knight Cup con sabor a granada? Para contentar a los amantes del tinto, también puedes servir un clásico, como un Amarone. Para acompañar un pescado, un marisco o una carne blanca, el sauvignon blanc de Cloudy Bay es una elección difícilmente superable.

Autora: Lena Schindler
Imágenes: © Adobe Stock